El Dr. Solé nos deja a los 90 años después de una vida dedicada de pleno a la urología.
En la madrugada del pasado día 23 de abril de 2014 fallecía el Dr. Solé-Balcells en Barcelona. En el sepelio, acompañaron a la familia numerosos urólogos y académicos, muchos de ellos alumnos y colaboradores del desaparecido profesor.
Entre los médicos asistentes destacar la presencia del Conseller de Santitat de la generalitat de catalunya, del presidente de la Academia de Medicina de Cataluña y del presidente de Asociación Española de Urología y miembros de la directiva. Entrega, rigor y lealtad. Operaba con una cadencia perfecta entre la velocidad y la economía de movimientos Francisco Javier Solé Balcells Glosar la trayectoria profesional del doctor Francesc-Xavier Solé-Balcells no es fácil, pero intentaré hacerlo desde el punto de mira de la calidad que siempre ha demostrado en cualquiera de sus aportaciones en más de 60 años de ejercicio de la urología. Comenzó en la urología como residente del profesor Antonio Puigvert en una España muy distinta a la de ahora. Rápidamente destacó por su rigor científico, su compromiso clínico y sobre todo quirúrgico; todo ello le permitió ganarse el respeto de la comunidad urológica internacional desde muy joven. Entre 1970 y 1978 fue jefe del servicio de urología del hospital de la Vall d’Hebron y entre 1978 y 1992 fue director asistencial y docente de la fundación Puigvert en Barcelona, formando entre ambas escuelas más de cien residentes. También fue presidente de l’Associació Catalana d’Urologia entre 1974 y 1978 y presidente de la Asociación Española de Urología de 1982 a 1986. En 1989 se le otorgó la máxima distinción de esta asociación, la medalla Francisco Díaz, y en 1998 recibió la medalla a la excelencia Willy Gregoir de la European Association of Urology en reconocimiento a su aportación al desarrollo de la urología. A lo largo de varias décadas, el doctor Solé-Balcells fue un referente en la cirugía urológica. Podemos destacar sus aportaciones en la adenomectomía retropúbica, nefrectomía transtoracoabdominal, trasplante renal, cistoprostatectomías, reconstrucción vesical, grandes linfadenectomías por cáncer testicular, y sus habilidades para resolver las más complejas anomalías estructurales de la vía urinaria, como así lo testifican sus numerosos premios en cirugía urológica a nivel internacional.
Era un gran placer verle operar con aquella destreza difícil de superar: una cadencia perfecta entre la velocidad y la economía de movimientos en el campo quirúrgico, lo que hoy llamaríamos en la moderna gestión, ser muy eficaz y sobre todo eficiente. Muchos urólogos hemos tenido la fortuna de formarnos a su lado y de compartir con él quirófano, pases de visita y sesiones.
Fue académico de la Real Academia de Medicina de Catalunya, participando en actividades docentes de la especialidad urológica hasta el último minuto de su vida. En los últimos años, desarrolló una intensa actividad periodística y humanística de la que podemos destacar sus libros de poesía y sus conferencias sobre temas que, más allá de la medicina, le han permitido explorar el mundo de la cultura desde múltiples vertientes.
En infinidad de ocasiones tuvimos el privilegio de oírle hablar sobre temas que poco tienen que ver con la urología, pero que nos permitieron comprobar hasta qué dimensiones nos puede conducir nuestra especialidad a lo largo de la vida. Esta es la dimensión real del doctor Solé-Balcells, que nos ha dejado, después de más de medio siglo de travesía por la urología: exjefe de servicio, exdirector, expresidente de la AEU, académico, periodista, poeta y siempre amigo con el que he compartido mesa y mantel y consejos múltiples de padre a hijo. Sus pacientes le querían y admiraban por su impecable trato y calor humano y sobre todo por sus resultados. Gracias maestro, en nombre de todos los urólogos, no solo españoles sino de todo el mundo, por darnos y legarnos su ejemplo profesional, su rectitud, su honestidad y su generosidad. También le agradecemos que nos haya ofrecido la oportunidad de despedirnos, con esa lucidez mental que usted conservó hasta el último minuto y que todos quisiéramos poder hacerlo como usted lo ha hecho: con las botas puestas el día 24 de abril del 2014 a los 90 años. Descanse en paz, y nuestro más sentido pésame a su esposa Carmen, sus hijos Javier y Silvia y familia. H. Villavicencio. Director del servicio de urología Fundació Puigvert
Artículo aparecido en La Vanguardia.