¿Qué es una flujometría?
Una flujometría o uroflujometría es un examen que se realiza en la consulta del Urólogo en pacientes que presentan problemas para orinar. También se suele hacer de rutina a los pacientes que solicitan un chequeo de la próstata para ver si se orina correctamente y con una fuerza adecuada.
La definición técnica de una flujometría o uroflujometría es la cantidad de volumen miccional (orina) eliminada por unidad de tiempo. Se expresa en cm3 (o ml) dividido por segundo. El flujo miccional en cualquier persona no es constante, sino que varía a lo largo de la micción, dando lugar a unas curvas de flujo características. Cuando un urólogo realiza esta prueba está midiendo la cantidad de orina que la vejiga del paciente es capaz de orinar por segundo, la duración de la micción y cualquier cantidad de flujo intermitente. De esta manera se conoce la capacidad de la vejiga, el estado de las vías urinarias, la fuerza de los músculos urinarios, etc..
Tras la flujometría es importante medir el residuo, es decir, la cantidad de orina que queda en la vejiga tras terminar la micción.
¿Qué parámetros se pueden medir en una flujometría?
Los principales parámetros que se miden en la flujometría son:
- El flujo máximo (Qmax): es el valor máximo alcanzado por el flujo urinario durante la micción.
- El volumen miccional: Cantidad de orina eliminada durante la micción
- El tiempo de flujo: Es la suma de todo el tiempo durante el cual el paciente está orinando
- El tiempo de micción: Tiempo transcurrido desde que el paciente inicia la micción hasta que finaliza. Este tiempo coincide con el tiempo de flujo siempre que no haya interrupción del chorro miccional.
- El flujo medio: Resultado de dividir el volumen miccional por el tiempo de flujo.
¿Cómo se realiza una flujometría?
El procedimiento para realizar una flujometría es muy simple: El paciente tiene que orinar en un dispositivo (retrete especial) y en una habitación o WC habilitado cerrado y tranquilo. Tendrá todo el tiempo que necesite para orinar, lo hará en intimidad y sin interrupciones. El resultado de esta prueba es un gráfico en el que aparece reflejado el volumen de orina frente al tiempo que se ha tardado.
¿Es dolorosa una flujometría?
En absoluto. Es importante saber que esta prueba sólo requiere orinar de forma normal y que, en ningún caso es dolorosa ni traumática. Se trata de orinar en un sitio especial denominado Flujómetro con el que aparece en la Figura 3.
¿Qué preparación tengo que hacer para esta prueba?
Lo recomendable por regla general para realizar una flujometría es orinar unas 3 horas antes de la cita con el urólogo y posteriormente beber un vaso de agua (200 cm3) cada 20-30 minutos, para que ese líquido llegue de forma lenta a la vejiga. Deberá avisar a la auxiliar de la consulta para realizar la prueba cuando tenga bastantes ganas de orinar, evitando estar a su máxima capacidad (nunca “a reventar”) dado que la prueba saldría alterada y daría una lectura irreal.
Es preferible que venga sin prisas y en condiciones normales, pues a los urólogos nos interesa saber cómo orina usted habitualmente, y no como lo hace cuando no puede aguantar más. No es válida una prueba con poca cantidad de orina ni tampoco lo es cuando la vejiga está a su máxima cantidad y el paciente no puede aguantar más tiempo.
¿Cuándo es conveniente repetir la prueba?
Es recomendable repetir la flujometría cuando no se alcance un volumen de micción mayor de 150 cm3, o el paciente haya hecho fuerza con el abdomen para conseguir un chorro más fuerte. Tampoco es útil cuando se ha llenado la vejiga más allá del máximo de su capacidad.
Residuo post-miccional
El residuo postmiccional es la cantidad de orina que queda en la vejiga después de terminar de orinar. Normalmente un urólogo siempre debe saber qué residuo tiene el paciente porque también es indicativo de posibles problemas miccionales. Un residuo muy por encima del 20-30% del volumen que se ha orinado puede ser patológico y puede estar produciendo un daño crónico en la vía urinaria si no se soluciona.
La forma habitual más práctica y rápida de medir el residuo es colocando el ecógrafo en la parte inferior del ombligo para registrar el volumen de orina residual; también se utiliza el BladderScan®.