Existen dos categorías importantes de quistes renales. El tipo más común de quiste renal es el «quiste renal simple”. El quiste renal simple es muy común, lo tiene casi un 30% de la población sin saberlo y hay que decir claramente que NO tiene riesgo de convertirse en un cáncer de riñón.
El otro grupo de quistes que no son simples se llaman «quistes complejos». El término «quiste complejo» se refiere a un espectro de quistes que tienen diferentes características que podrían hacerlos sospechosos de ser un cáncer de riñón.
La inmensa mayoría de personas que consultan sufren de quistes renales simples y éstos son identificados cuando se realiza una ecografía abdominal por otros motivos diferentes. Los quistes renales simples no tienen implicaciones clínicas y generalmente no producen ningún síntoma, excepto sin son de gran tamaño y comprimen estructuras anatómicas vecinas, produciendo dolor en el flanco. Normalmente no suelen causar daño al cuerpo.
Si un quiste renal simple está causando síntomas por compresión debido al tamaño requerirá decorticación laparoscópica del quiste. En este procedimiento se realizan pequeñas incisiones por los que se introduce los llamados trócares y los espacios corporales son suavemente inflados con gas. El quiste es identificado y la pared del quiste cortada para deshacerse de éste y evitar que se vuelva a formar. Por lo general, la decorticación laparoscópica del quiste está indicada en aquellos quistes simples de riñón de gran tamaño que producen síntomas o son de gran tamaño. El procedimiento es muy eficaz y por lo general las personas sólo necesitan una noche de estancia en el hospital.
Un «quiste renal complejo» es distinto de un quiste renal simple porque puede ser irregular en su forma exterior. Para ser definido como un quiste renal complejo el quiste debe tener algún tipo de irregularidades dentro de él. Las irregularidades de las que hablamos serían las siguientes:
- «Septos» son paredes o tabiques dentro del quiste. Estas paredes pueden ser muy finas y delgadas o bastante gruesas y compactas. Cuanto más gruesos y compactos puede sugerir que el quiste es más probable que se asocie con un cáncer de riñón.
- Los quistes renales complejos también pueden estar «calcificados.» Esto significa que el mineral de calcio se visualiza dentro del quiste en la prueba de imagen que hayamos realizado.
- Un quiste renal complejo también puede tener tejido dentro de él que lo » realza«. Realzar significa que una parte del quiste renal complejo recibe un suministro extra de sangre, que puede ser demostrado al inyectar material de contraste intravenoso. El realce de material sólido dentro de un quiste renal complejo es sospechosa de cáncer de riñón.
Muchos quistes renales complejos pueden tener bajo riesgo de convertirse en un cáncer de riñón. Sin embargo, hay cierto riesgo de que un quiste complejo sea ya un cáncer de riñón y los quistes renales complejos requieren la evaluación por un urólogo cirujano que decidirá el tratamiento a seguir, probablemente la extirpación. A menudo, los quistes renales complejos pueden ser tratados con vigilancia activa para ver si cambia sus características a lo largo del tiempo.
El riesgo de que un quiste renal complejo sea, o pueda llegar a ser cáncer depende de su apariencia. Se ha desarrollado un sistema para clasificar los quistes renales según su apariencia en el TAC, que ayuda a los médicos a predecir que quiste renal complejo tiene más probabilidad de tener cáncer de riñón en su interior. Este sistema es conocido como la clasificación Bosniak. La clasificación Bosniak establece las definiciones para clasificar a los quistes según el riesgo de cáncer de riñón (kidney cancer).
Clasificación tipo Bosniak de los quistes renales complejos
Categoría I | Es un quiste simple benigno con una pared delgada que no contiene tabiques, calcificaciones, o componentes sólidos. Tiene la densidad del agua y no realza con material de contraste. No requieren tratamiento. |
Categoría II | Se trata de un quiste benigno que puede contener unos pocos tabiques delgados. Con calcio en la pared, o en el tabique, quistes infectados y quistes hiperdensos. Son lesiones <3 cm de alta atenuación (quistes de alta densidad) bien delimitadas y que no presentan realce tras la administración de contraste i.v. No requieren tratamiento y tampoco está claro que precisen seguimiento. |
Categoría IIF | Estos quistes pueden contener un buen número de septos delgados. Se pueden observar mínimos realces de los finos tabiques o paredes y podría haber un mínimo engrosamiento de los septos o paredes. El quiste puede contener calcificaciones nodulares y espesas, pero no hay realce con el contraste. No hay aumento de tejidos blandos. Estas lesiones están generalmente bien delimitadas. Riesgo de malignidad del 5-10%. Deben ser vigiladas de forma periódica. |
Categoría III | Estas lesiones son masas quísticas indeterminadas que tienen paredes irregulares engrosadas o septos en los que sí se puede ver realce de contraste. 50% de estas lesiones son malignas. |
Categoría IV | Grandes componentes quísticos, márgenes irregulares y porciones sólidas con realce de componentes de tejidos blandos, son casi invariablemente carcinomas quísticos de células renales que deben ser tratados de forma quirúrgica pensando que son malignos. |
La clasificación Bosniak está diseñada para ayudar al urólogo a valorar las posibilidades de que su quiste renal complejo esté asociado con un cáncer de riñón. Los quistes renales complejos de categoría Bosniak I tienen menos de un 2% de probabilidades de estar asociados con un cáncer de riñón. Los quistes renales complejos de la categoría Bosniak II y III tienen alrededor de un 10% y 50% respectivamente de probabilidad de estar asociado con cáncer renal. La mayoría (92%) de los quistes renales complejos de categoría Bosniak IV están asociados con el cáncer de riñón.
Sin embargo no hay que olvidar que con las técnicas diagnósticas actuales no es posible distinguir de manera fidedigna el cáncer de células renales de las neoplasias renales benignas, incluidos el oncocitoma y el angiomiolipoma de bajo contenido graso. Entre el 10 y el 20 % de los tumores renales pequeños y sólidos que presentan realce tomográfico con características sugestivas de carcinoma de células renales resultan ser benignos tras la extirpación quirúrgica.