1.- ¿CÓMO SE TRATA?
El mejor tratamiento dependerá de las características de las células tumorales, estadio de la enfermedad, edad y estado de salud general del paciente.
Los tipos principales de tratamiento para el cáncer de vejiga son cirugía (RTU o cistectomía), radioterapia, terapia intravesical (lavados) y quimioterapia sistémica. Dependiendo en la etapa en la que se encuentra el cáncer, se puede administrar un tipo de tratamiento solo o se pueden combinar diferentes modalidades. La cirugía, sola o con otros tratamientos, se utiliza en más del 90% de los casos.
Cirugía endoscópica transuretral (RTU)
Para cánceres en etapas tempranas o cánceres superficiales de la vejiga, la resección transuretral (RTU) es la cirugía más común. Para esta operación, se coloca un tipo de cistoscopio rígido llamado resectoscopio o resector en la vejiga a través de la uretra. Debido a que el resectoscopio tiene un asa de alambre en su punta para quitar el tejido tumoral, el urólogo puede ver dentro de la vejiga y extirpar el tumor completamente. El tejido extirpado se envía al patólogo para su análisis. Normalmente la RTU suele ser el primer tratamiento, ya que aproximadamente un 70 a 80% de los pacientes tienen cáncer superficial cuando se les diagnostica por primera vez. Este procedimiento se realiza bajo anestesia general o regional, y no conlleva hacer un corte ni incisión en el abdomen.
Los síntomas postoperatorios tras una resección transuretral de la vejiga son generalmente leves y usualmente no duran mucho. Es posible que se presente sangre en la orina y algunas molestias inmediatamente después de la cirugía. Generalmente, el paciente puede regresar a casa el mismo día o el siguiente, y puede reanudar sus actividades usuales en menos de dos semanas.
EN EL SIGUIENTE VÍDEO PODÉIS VER UNA PELÍCULA RÁPIDA DE CÓMO SE REALIZA UNA RTU DE CÁNCER DE VEJIGA:
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Cistectomía
Cuando se diagnostica un cáncer infiltrante o músculo-invasivo de la vejiga, puede que sea necesario extirpar parte o la totalidad de la vejiga. Esta operación se llama cistectomía.
Cuando se extirpa completamente la totalidad de la vejiga se realiza una cistectomía radical. En esta operación se extirpa todo el órgano junto a la próstata (en hombres) y los ganglios linfáticos cercanos. En las mujeres, se extirpan a menudo los ovarios, las trompas de Falopio (los conductos que conectan los ovarios con el útero), el útero (la matriz) y una pequeña porción de la vagina junto con la vejiga.
Se usa anestesia general para cualquiera de los tipos de cistectomía. Estas cirugías se realizan a través de un corte (incisión) en la parte inferior del abdomen. Habitualmente, los pacientes posteriormente a la intervención quirúrgica deben permanecer en el hospital por alrededor de siete a diez días, pudiendo reanudar sus actividades usuales en cuatro a seis semanas.
Se pueden realizar varios tipos de cirugía reconstructiva, dependiendo del estado de salud general del paciente y de sus preferencias personales (siempre y cuando sea posible). El hecho de tener que extirpar la vejiga y crear un nuevo sistema para drenar la orina también puede tener un impacto psicológico significativo. Resulta muy importante discutir estas opciones con el cirujano urólogo para poder decidir el mejor tratamiento.
Preservación de la vejiga
En casos seleccionados de cáncer infiltrante, la vejiga puede ser preservada o conservada mediante la resección transuretral del cáncer (RTU) junto con la radioterapia y la quimioterapia; sería lo que llamamos un tratamiento trimodal.
Cirugía reconstructiva
Hay diferentes posibilidades para realizarla pero una posibilidad consiste en aislar un asa pequeña de parte del intestino y utilizarla como conducto para que la orina pase desde los riñones hasta fuera del cuerpo. La orina fluye desde los riñones a través de los uréteres hasta un pequeño saco (bolsa, reservorio) creado con el intestino. Este saco se conecta a la piel del abdomen mediante una abertura llamada estoma urinario. En algunos casos, la orina se transporta continuamente hacia una pequeña bolsa colocada sobre el estoma. Un ejemplo de esto es un conducto ileal o derivación tipo Bricker, el cual se crea de una parte del intestino delgado.
Otro método vehicula la orina a la uretra, para restablecer la eliminación de orina de una manera semejante a la normal. Una manera para hacer esto es mediante la creación de una neovejiga, un reservorio urinario hecho de una parte del intestino. Al igual que con el conducto ileal, los uréteres se conectan a la neovejiga. La diferencia es que la neovejiga se conecta a la uretra. Esto permite que el paciente orine normalmente.
Después de la cirugía, muchos hombres presentan un daño vasculonervioso que provoca la pérdida de las erecciones, esto es casi inevitable. Es posible que esta situación mejore con el transcurso del tiempo. Por lo general, cuanto más joven sea un hombre, más probabilidades tendrá de recuperar la erección. Los hombres menores de 60 años (y especialmente aquellos menores de 50) tienen tasas más altas de recuperación de la erección que aquellos de mayor edad. Las técnicas quirúrgicas más recientes pueden reducir la probabilidad de impotencia.
Inmunoterapia intravesical
La terapia intravesical significa que un tratamiento se coloca directamente en la vejiga (a través de un catéter o sonda) en lugar de administrarse por la boca o inyectarse en una vena. El Bacillus Calmette-Guerin (BCG) es la terapia intravesical utilizada con más frecuencia para el cáncer de vejiga NO infiltrante pero de sí de alto riesgo. Este tratamiento causa que las defensas naturales propias del cuerpo (sistema inmunitario) ataquen las células del cáncer de vejiga. También se pueden usar medicamentos de quimioterapia en la terapia intravesical.
Por lo general, las instilaciones de BCG se realizan una vez a la semana durante seis semanas. Algunas veces se administra terapia de mantenimiento con BCG a largo plazo. La terapia BCG se puede administrar junto con una resección transuretral del tumor.
Quimioterapia intravesical
Para este tratamiento, se administran medicamentos contra el cáncer directamente en la vejiga a través de un catéter intravesical o sonda. Estos medicamentos que se administran de esta manera afectan principalmente las células uroteliales que cubren la vejiga con poco o casi ningún efecto en las células localizadas en otros lugares. Los medicamentos que se administran en la vejiga tampoco pueden alcanzar las células cancerosas que se encuentran en los riñones, los uréteres y la uretra, u otras que pudieran haberse propagado a otros órganos. Por esta razón se usa la quimioterapia intravesical sólo para los cánceres la vejiga no músculo invasivos. Este tratamiento utiliza medicamentos que destruyen activamente las células cancerosas en crecimiento. Muchos de los mismos medicamentos que se usan intravesicalmente se administran también sistémicamente (por vía oral o intravenosa) para tratar las etapas más avanzadas del cáncer de vejiga.
Una de las principales ventajas de administrar quimioterapia en la vejiga en lugar de administrar una inyección en el torrente sanguíneo, consiste en que los medicamentos usualmente no son absorbidos. Esto evita muchos efectos secundarios indeseables que pueden ocurrir con la quimioterapia sistémica.
Quimioterapia sistémica
La quimioterapia es el uso de medicamentos para tratar el cáncer. Los medicamentos entran en el torrente sanguíneo y circulan por todo el cuerpo. A esto se le llama quimioterapia sistémica. La quimioterapia sistémica puede afectar las células cancerosas distantes del tumor principal. Este tratamiento es ideal para atacar células cancerosas que ya se han propagado de la vejiga hasta los ganglios linfáticos regionales y otros órganos cercanos.
Algunas veces se administra la quimioterapia antes de la cirugía. Esto se hace para tratar de disminuir el tamaño de un tumor grande de tal forma que sea más fácil su extirpación posteroirmente mediante cirugía. La quimioterapia que se administra antes de la cirugía se llama terapia neoadyuvante.
También la quimioterapia se puede administrar después que el tumor se ha extirpado con cirugía (o radiación). A esto se le llama terapia adyuvante. El objetivo de la terapia adyuvante es destruir cualquier célula cancerosa que haya quedado después de la cirugía (que sea demasiada pequeña para verla). Esto puede reducir la probabilidad de que el cáncer regrese en el futuro.
Algunas veces, la quimioterapia se administra con radiación (radioterapia) para ayudar a que la radiación sea más eficaz. La quimioterapia puede hacer que la radiación sea más eficaz, pero también aumenta los efectos secundarios.
Radioterapia
La radioterapia usa radiación de alta energía para destruir las células cancerosas. La terapia de radiación con haces externos dirige la radiación hacia el cáncer desde el exterior del cuerpo. La radioterapia local o intersticial usa pequeñas semillas de material radioactivo que se colocan directamente en el cáncer. Después de la cirugía, la radiación puede destruir pequeños depósitos de células de cáncer que posiblemente no se observaron durante la cirugía. La combinación de radioterapia y quimioterapia administrada después de la cirugía transuretral de la vejiga algunas veces destruye completamente los cánceres que de otra manera requerirían tratamiento con una cistectomía.
Los efectos secundarios de la radiación dependen de la dosis administrada y el área a ser tratada. Además, los efectos secundarios tienden a ser mayores si la quimioterapia se administra con radiación.
2.- ¿CUÁL ES EL PRONÓSTICO DE LA ENFERMEDAD?
Cuando un cáncer vuelve a aparecer después del tratamiento, a esto se le llama cáncer recurrente. La recurrencia o recidiva puede ser local (en o cerca del lugar donde comenzó) o a distancia en forma de metástasis (propagación a órganos tal como los pulmones o los huesos). El pronóstico y el tratamiento del cáncer de vejiga recurrente dependen de la localización y extensión del cáncer recurrente y del tipo de tratamiento que se administró anteriormente.
Por ejemplo, no es raro que los cánceres de vejiga no invasivos recurran localmente en la vejiga. El nuevo cáncer se puede encontrar en la misma localización del cáncer original o en otras partes de la vejiga. A menudo, estos tumores son evaluados y tratados de la misma manera que el tumor original. No obstante, si el tumor continúa apareciendo, entonces el paciente puede que necesite con el tiempo una cistectomía. Por otro lado, los cánceres que recurren en localizaciones a distancia pudieran requerir otro tratamiento, como la quimioterapia o la radioterapia.