Los urólogos realizan el diagnóstico de hiperplasia benigna o adenoma de próstata (HBP) a partir de la verificación del tamaño prostático (a partir de 20-30 cc de volumen prostático es el límite que suelen dar la mayoría de los autores) con cualquier método de imagen o mediante el tacto rectal. Si es HBP sintomática existirán síntomas del tracto urinario inferior (STUI) y obstrucción al flujo de salida de orina.
Anamnesis o entrevista clínica
El urólogo buscará identificar los síntomas del tracto urinario inferior (STUI). Preguntar por antecedentes de diabetes, hematuria, infección urinaria, trastornos del sistema nervioso, antecedentes de estenosis de la uretra y de retenciones de orina, antecedentes quirúrgicos y agravamiento de los síntomas por los fármacos o frío.
Los síntomas urinarios se dividen en síntomas de llenado o irritativos: polaquiuria (aumento del número de veces que se orina), nicturia (levantarse por la noche a orinar), urgencia miccional, incontinencia por urgencia. Indicar que la nicturia es el síntoma menos específico de la HBP y el que menos se reduce tras el tratamiento médico.
Los síntomas de vaciado u obstructivos son el chorro débil, lento, el goteo al final de la micción (goteo terminal), el esfuerzo o uso de prensa abdominal y el vaciado incompleto.
La confección de un diario miccional, con el registro de las horas y los volúmenes de micción, puede contribuir a la identificación de los pacientes con poliuria u otros trastornos no prostáticos. No suele registrarse de rutina para valorar a los pacientes prostáticos.
Evaluación de síntomas
Independientemente de la entrevista (anamnesis), la evaluación de los síntomas de hiperplasia benigna se realiza mediante el sistema de puntuación de síntomas IPSS (Escala Internacional de Síntomas Prostáticos) que deriva del sistema AUA-7 al que se le ha añadido la pregunta sobre calidad de vida y se considera el patrón oro (gold standard). No lo describiremos detalladamente. Sólo indicar que las puntuaciones entre 0-7 nos hablan de síntomas leves, entre 8-19 puntos moderados y entre 20-35 puntos severos. También nos sirve para valorar la respuesta terapeútica, es decir la respuesta al tratamiento. No puede utilizarse para establecer el diagnóstico de HBP. Para valorar el tratamiento, aparte de los síntomas, es fundamental la afectación de la calidad de vida. Se ha demostrado que la educación y el nivel socioeconómico no afectan a las respuestas del cuestionario IPSS.
Examen físico
Consiste en el tacto rectal y un examen neurológico focalizado (tono del esfínter anal) realizado por el urólogo en la consulta. El tacto rectal sirve para conocer el tamaño de la próstata y la consistencia, descartando una enfermedad maligna. Si el tacto es duro y pétreo puede ser indicativo de un cáncer en la próstata. Muchos varones retrasan su primera revisión con el urólogo para evitar esta prueba ¡¡Parece increíble!!; en primer lugar porque a veces no es indispensable hacerlo: con síntomas leves, ecografía y PSA normales no es necesario. Segundo porque el tacto rectal con lubricación adecuada y un guante es indoloro.
Hay que valorar los genitales externos y descartar estenosis meatal (de la punta del pene) o masa uretral palpable. Descartar globo vesical (vejiga distendida y palpable en la zona inferior del abdomen).
Analítica de orina
Examen microscópico del sedimento centrifugado. Hay que valorar la realización de una Citología de orina en hombres con síntomas de irritación severos y antecedentes de tabaquismo.
Determinación del nivel sérico de creatinina
En la Fifth International Consultation sobre HBP se sugirió que este análisis debería ser opcional o secundario. Otros autores recomiendan hacerlo. La presencia de un nivel elevado de creatinina en la analítica de sangre es indicación para realizar estudios de imagen del tracto urinario superior (sobre todo una ecografía). La mortalidad quirúrgica es de 6 veces mayor en pacientes con insufuciencia renal.
Nivel sérico de PSA
La cifra normal de PSA se sitúa por debajo de 4 ng/ml. Recordar que un 28% de sujetos con una HBP demostrada desde el punto de vista histológico, presentan un nivel de PSA superior a 4 ng/ml sin tener cáncer de próstata.
[button size=»medium» link=»https://www.urologosmalaga.com/diagnostico/psa-antigeno-prostatico-especifico/» linkTarget=»_blank» nofollow=»true» icon=»info-circle» icon_color=»#ffffff»]Consultar Diagnóstico PSA[/button]
Cistoscopia
La Cistoscopia no está indicada de forma sistemática en los pacientes con HBP a menos que existan signos de microhematuria o macrohematuria y/o exista firme sospecha de cálculos en la vejiga.
[button size=»medium» link=»https://www.urologosmalaga.com/diagnostico/cistoscopia-flexible/» linkTarget=»_blank» nofollow=»true» icon=»info-circle» icon_color=»#ffffff»]Consultar Diagnóstico Citoscopia[/button]
Flujometría y medición del residuo
La flujometría es el registro electrónico de la velocidad del flujo urinario durante el transcurso de la micción. Es una técnica no invasiva. Para que sea valorable al menos el volumen evacuado debe estar entre 125-150 ml. La velocidad máxima de flujo identifica a los pacientes con HBP con mayor especificidad que la velocidad de flujo promedio.
[button size=»medium» link=»https://www.urologosmalaga.com/diagnostico/flujometria-uroflujometria/» linkTarget=»_blank» nofollow=»true» icon=»info-circle» icon_color=»#ffffff»]Consultar Diagnóstico Flujometría[/button]
Volumen de orina residual
Es el volumen de orina que queda en la vejiga después de terminar de orinar. No se sabe con certeza si puede predecir una evolución desfavorable, ni si permite predecir el resultado de un tratamiento quirúrgico, ni tampoco si indica un riesgo inminente de lesión vesical o renal.
Se puede determinar por técnicas no invasivas, como por ejemplo ecografía (lo más frecuente) o invasivas (cateterismo vesical).
La mayoría de los estudios clínicos revelan una correlación mínima entre el volumen residual postmiccional y las determinaciones basales de síntomas, la velocidad de flujo o los indicadores urodinámicos de obstrucción. Debe ser considerado “un parámetro de seguridad”. No obstante, la mayoría de los que presentan un volumen residual elevado no parecen correr un riesgo aumentado de complicaciones.
Estudios de presión-flujo
Agrega poca información y no se recomienda su utilización sistemática. Diferencia sujetos con Qmax reducido a consecuencia de obstrucción de aquellos con Qmax reducido debido a una vejiga descompensada o neurógena.
Aporta información acerca de la capacidad vesical, la presencia de CDD (contracciones desinhibidas del detrusor) y el umbral para estas contracciones y la distensibilidad (compliance) vesical.
Las CDD se encuentran en alrededor del 60% de los hombres con síntomas del tracto urinario inferior. Tras cirugía las CDD persisten sólo en ¼ de los pacientes. Puede ser útil en pacientes con retención urinaria incapaces de orinar para realizar un estudio de presión-flujo.
Ecografía (estudios por imagen del tracto urinario)
Aunque no se recomendaban hace unos años para la evaluación sistemática de los pacientes con síntomas del tracto urinario inferior (STUI), hoy día su uso es casi generalizado, sobre todo en aquellos casos en los que exista hematuria, infección urinaria, insuficiencia renal, antecedentes de urolitiasis o de intervención quirúrgica previa del tracto urinario.
La medición de la próstata mediante ecografía convencional (reno-vésico-prostática) y/o ecografía transrectal es un estudio fundamental previo al tratamiento quirúrgico de una paciente candidato a cirugía de próstata.
[button size=»medium» link=»https://www.urologosmalaga.com/diagnostico/ecografia-urologica-renal-vesical-prostatica/» linkTarget=»_blank» nofollow=»true» icon=»info-circle» icon_color=»#ffffff»]Consultar Diagnóstico Ecografía Renal Visical Prostática[/button]
[button size=»medium» link=»https://www.urologosmalaga.com/diagnostico/ecografia-transrectal/» linkTarget=»_blank» nofollow=»true» icon=»info-circle» icon_color=»#ffffff»]Consultar Diagnóstico Ecografía Transrectal[/button]